Bien, el día tenía en el que hablara sobre esto tenía que llegar y como estoy ya cansadita de que me juzguen sin tener ni pajolera idea allá va.
Ante todo quiero dejar claro que esta es MI opinión y que no pretendo agredir ni ofender a nadie pero como todas las opiniones existentes os pido que me respetéis. Cuando dice algo que piensa no siempre gusta a los demás, así es la vida. Si no os gusta lo que leéis sencillamente cerráis la ventana de este blog y no continuáis; creo que es bastante sencillo. Y si me leéis por completo pero no os ha gustado, podéis preguntarme lo que queráis en los comentarios y los responderé, pero hay algo que quiero que quede claro: mi forma de ser es de una determinada manera y si pienso como pienso es por la personalidad que tengo (bastante cruda y “ácida” por lo que me suelen decir, en cuanto a algunos temas). Yo no intento cambiaros a vosotros así que no lo intentéis hacer conmigo. Para mí eso entra dentro del respeto hacia alguien, pero bueno, tan solo por si acaso. Y sin más dilación, allá voy.
Soy fan de una de las sagas literarias más importantes, mediáticas, con más ganancias y con más adeptos de los últimos tiempos: The Twilight Saga (La Saga Crepúsculo). En ella hay cosas que me gustan más, que me gustan menos, que me encantan, que aborrezco, que me ponen de mala leche (a veces de MUY mala leche) y otras que me apasionan. Pero que me gusten cuatro libros no significa que me guste la persona que los escriba, es decir: no, no me cae bien Stephenie Meyer. Y no me cae bien por varias razones, que son las que yo conozco como el resto del mundo. Ni soy su amiga ni su allegada ni tampoco he tenido la ocasión de conocerla en persona como para decir algo más allá de lo que sé hasta ahora. Si algún día tengo la oportunidad de cruzar palabra con ella o similar, quizás me retracte en esto o puede que no. Hasta entonces, lo que pienso es esto.
(Y ATENCIÓN va a haber spoilers de la Saga así que vosotros veréis si queréis o no seguir leyendo).
Primeramente el hecho de que la mujer protagonista de la saga (bueno, adolescente) esté siempre dependiendo de su caballero azul disfrazado de vampiro me parece la más absoluta muestra de que esta señora debería haber nacido en otra época. Estamos en pleno siglo XXI en el que la mujer es completamente independiente del hombre si así lo desea. Y es que una cosa es estar enamorada y otra tener que pedirle permiso poco más que para ir al servicio para saber si le parece bien o si le parece mal. Uno de los dos protagonistas masculinos, el vampiro, Edward, es además sobre protector al extremo, compensación de la personalidad anticuada de su “amada”, Bella, humana (hasta cierto punto del libro). A mi, mi pareja me truca el coche para que no pueda ir a donde me plazca, y es que le pueden dar mucho por saco, sea la situación que sea. Si antes me ha pedido que no haga algo, me lo argumenta con razones comprensibles y todas esas cosas y aún así tomo la decisión de hacer lo que el “no quiere” pues se aguanta y si no le gusta, le echa azucar. Pero no. Durante absolutamente toda la saga se ve a una persona sometida a los deseos de otra y siempre es la mujer la que está sometida. Y no digo que no tenga que ver el amarla y por ello querer protegerla. NO. Eso lo comprendo perfectamente, pero hay que saber ponerle un límite a las cosas viviendo en los días que vivimos. Y aunque sea un libro, también ahí hay que poner límites.
Segundo: señora, no tergiverse usted las cosas para que todo tenga un puñetero final feliz para todos los personajes de la saga sacandose para ello ases de la manga que no tienen ni pies ni cabeza. Por lógica, un vampiro NO puede tener fluídos corporales y que yo sepa el semen entra dentro de esa categoría. Por dentro están muertos y es la ponzoña y la sangre de la que se alimentan la que les mantiene con vida. Su sistema circulatorio es sencillamente como un sistema cerrado de intercambio de energía: la sangre les da la capacidad de seguir vivos pero el resto de su cuerpo está totalmente muerto. De lo contrario, y por esa regla de tres, todas las vampiresas tendrían la menstruación como todo hijo de vecino. Por no hablar de que una persona que se rompe multitud de huesos, incluyendo la columna, no puede seguir con vida durante mucho tiempo y mucho menos “moverse” demasiado. Otra cagada como un piano. El tema de la imprimación de Jacob, otro de los tres protagonistas, lo dejo para otro día porque sería meterme en un tema extenso y que no quiero tratar ahora. Y todo esto ¿para qué? Para que todos sean felices al final y corran cual Heidi por el campo felices como perdices. Pues no.
Tercero: cuando se escribe un libro, por difícil que sea, se deja a un lado su ideología religiosa y debe tenerse la capacidad de ponerse en la piel de sus personajes. Eso es lo más normal. Pero no “como soy mormona, aquí nadie chinga hasta el matrimonio”. Discúlpeme señora, pero el sexo es algo de lo más normal que existe en esta vida y si usted no ha querido experimentarlo hasta que se ha casado, además de no saber lo que se pierde por no probar con otras personas a parte de su marido, es su problema pero no intente meter por los ojos a los lectores que como lo hace la prota, está bien hecho. Obviamente, ocultándolo tras el “no porque te haría daño” de Edward. Vamos a ver, si puede mantener el control después de casarse en su luna de miel, es perfectamente posible que pueda ser capaz de hacerlo antes también. Así que para la próxima una excusita mejor.
Cuarto: ella solita se contradice en cuanto a sus propias creencias. Es mormona, lo que quiere decir una creencia en Dios impresionante y por lo tanto, en sus “reglas”. Sin embargo escribe una saga sobre vampiros, hombres lobo y criaturas sobrenaturales. Que alguien me lo explique porque no lo entiendo. O ella es una mormona muy rara o se ha creado su propio Dios (lo cual es muy posible y respetable, faltaría más).
Total, que así resumiendo y para no darle más vueltas al asunto la tía me parece de lo más estrecha que puede existir pero que luego se las da de chachi guay escribiendo una saga que engancha a millones de personas alrededor del planeta en donde plasma muchos aspectos de esa estrechez suprema. Por eso no la aguanto y no la soporto: no es clara ni siquiera en cuanto a sus convicciones porque está bien eso de escribir lo que te dé la gana y tener las creencias que te salgan de la punta del pie, pero luego no vayas predicando por ahí (y menos todavía en lo que escribes, que sabes perfectamente que tiene la posibilidad de afectar al público que lo lea, y todavía menos a sabiendas que los destinatarios son adolescentes, cuya mente y personalidad está en plena “construcción”) lo buena samaritana que eres. No señora no.
En fin, que algún día volveré sobre este tema, tenedlo por seguro. Tengo demasiado que decir sobre ello, pero como introducción me parece que está bien por hoy.
Gracias a tod@s por leerme.
May 17, 2010
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Es el link por lo que pensamos igual? ya sabes que yo te apoyo, por mucho que me gusten los libros esta mujer tiene muuuucho que escribir para llegar a ser una buena escritora.
ReplyDeleteMe lo he leído de corrillo ^^
ReplyDeleteYa sabes, absolutamente de acuerdo con todo lo que dices. Yo a ella no la aguanto tampoco, además de por todo esto que escribes también por el detalle de que soy absolutamente mormonofóbica. Una cosa es tener tus creencias, y otra muy distinta es la intolerancia en cosas naturales como el sexo o la homosexualidad. Lo siento, pero no.
Espero la segunda parte xD
No me gusta la saga (vi las dos primeras películas, aunque en la segunda me quedé dormido), no leí los libros, pero creo que la base de tus críticas no es muy consistente.
ReplyDeleteSi partimos de que la saga es ficción, la autora ya tiene vía libre para "montar" la historia a su gusto. Aunque el tema que trata es ampliamente conocido, no tiene por qué fijarse a los cánones ya establecidos; por muchas burradas que meta (¿vampiros que al sol se convierten en diamantes? Lol...) tiene licencia para hacerlas. Así que si para ella los vampiros pueden tener hijos... pues oye, es su versión de los vampiros, jaja (unos vampiros muy humanos diría yo xD).
Y sobre lo del sometimiento de la mujer y la ausencia de sexo, pues creo que ambas cosas van cogidas de la mano (me refiero a que son parte de una misma forma de vida, aunque muy anticuada como indicas). Desconocía que la autora fuera mormona, pero eso explica ambas cosas. Y por mucho que quieras, es imposible no mostrar algo, ya sea poco o mucho de tu filosofía de vida (o creencias) en tu obra. Además, si quiere, ¿por qué no iba a hacerlo? Como tú misma dices, a quien no le gusta tu blog que no lo lea; pues a quien no le guste las ideas que plasma la autora en su obra, que no la siga...
Con esto no quiere decir que esté de acuerdo con sus ideas, ni que pretenda que tú cambies de idea, ¡eh! Solamente es mi opinión sobre lo que has escrito ya que, como comenté al principio, no he leído la saga y no sé hasta qué punto es frustrante lo que escribe xD