The pages I've turned are the lessons I've learned

Cuando llevas demasiado tiempo tragándote sentimientos, está claro que tarde o temprano explotarás y salpicarás con ello a todos los que estén a tu al rededor. Pero esa situación de hacer 'BOOM' no siempre significa algo malo. Al menos no en mi caso, esta vez.


Digamos que cuando yo aún era una adolescente de tan solo 15 años, una amiga me introdujo en el mundo del anime. De ahí salté al del j-rock y varios años más tarde me zambullí en una piscina llamada k-pop. Lo pasé bien nadando en esa piscina en la que al principio me metía con un bonito flotador pero en la que poco a poco me fui sintiendo más y más cómoda porque nadaba prácticamente sola, sin tener que esperar en un extremo para poder disfrutar de esa apacible agua. Pero poco a poco empezó a haber más y más gente, alguna ni siquiera sabía nadar, otros simplemente chapoteaban y molestaban. Al mismo tiempo, el agua cada vez estaba más turbia y comenzaba a ser algo desagradable estar allí dentro. Y así fue como poco a poco me fui cansando, y he terminado por salirme de esa piscina.
Para quienes no entiendan la metáfora: sí, me he ido del mundo k-pop/j-pop. ¿Por qué? Paso a explicarlo a continuación.

Aviso que esta será una entrada larga en la que seré muy sincera y que posiblemente no le guste a todo el mundo. Solo pido, por favor, respeto hacia mi punto de vista, hacia mis palabras, hacia mí y que si queréis comentar, lo hagáis precisamente sin perder las maneras. Gracias de antebrazos, sé que lo haréis ^^

Intentaré ir por partes y ser lo más clara que pueda. Pero no prometo nada, porque los sentimientos a veces no se pueden expresar con letras y números sino que es algo que llevas dentro, sin más. De todos modos, me intentaré explicar, como acabo de decir, lo mejor que me sea posible.

Dejadme empezar diciendo que lo que ha sido para mi el k-pop, todo lo que me ha dado, no lo cambiaría por nada. No me arrepiento ni me arrepentiré nunca de haber entrado de cabeza y sonriente en todo ese mundillo. He conocido a gente maravillosa por el camino, personas que se han convertido en mis amigas, que es lo más grande que una experiencia (sea la que sea) te puede ofrecer. He vivido cosas geniales, momentos excepcionales. Y eso es con lo que me quedo, además de buena música. Pero una cosa no quita la otra, porque precisamente la calidad musical ha ido en declive: todo me suena a lo mismo, ya no existe esa "sorpresa" que sentía cuando algún grupo o solista sacaba un nuevo single. Y la verdad, es una pena.

Cuando descubrí el k-pop lo hice de la mano de un grupo llamado DBSK/TVXQ/Tohoshinki. Un grupo de 5 chicos que me robaron el corazón con sus voces en milésimas de segundo. Y, de nuevo, precisamente eso es lo que ya no encuentro: voces. No digo que ellos sean lo mejor de lo mejor, porque para gustos los colores y a cada cual puede gustarle un cantante más o menos y considerarlo mejor o peor que otro. No voy a pararme a hacer comparaciones, sencillamente porque no vienen al caso. Pero lo que sí voy a decir es que actualmente, en la escena del k-pop, se cuentan con los dedos de una mano los verdaderos cantantes. Y, si el k-pop es un estilo mu-si-cal, a mi qué me importa que bailen mejor o peor, que sean más o menos monos, que tengan un sentido de la estética más o menos llamativa... A mi lo que me interesa es que canten bien, que consigan encandilarme como en su día ya lo hicieron otros. Sino, para mi no tiene sentido. Y vuelvo a repetir: no me baso en un grupo para ello, me baso en conocimientos que he ido adquiriendo en cuanto a canto (¡gracias sis!).
Hoy en día, prácticamente todos los grupos/cantantes que se atreven a cantar en directo, la cagan. Sí, la pifian. Algunos estrepitosamente y otros en menor medida. No llegan a las notas, están fuera de ritmo, voces que de pronto se 'rompen'. ¿Por qué? Porque ya no se les enseña a utilizar sus voces, se les enseña a salir al escenario y hacer la mejor coreografía, poner caras y jugar con las hormonas de los/las espectador@s. Obviamente, hay excepciones. Pero en un grupo X en el que hay 6 componentes, quizás 2 tengan voces increíbles. El resto se esconden tras un playback o cualquiera de las cosas que dije hace un momento. Y pocos se salvan de esta "regla" o como se le quiera llamar. Esto, antes, no pasaba. O al menos de manera tan escandalosa. Sí, es cierto que el playback o las bases de las canciones se usaban (¿musica en directo? ¿qué es eso? ¿se come?), pero había muchas más ocasiones que ahora en la que tenían la oportunidad de cantar en directo (en programas de variedades, por ejemplo).
Ese ha sido uno de los principales factores que me han hecho ir cambiando mi perspectiva en cuanto al k-pop. Y lo mismo sucede en el j-pop, lo poco que conozco de él por lo menos. Y repito: hay excepciones, por supuesto.

La verdad es que me da mucha pena ver como poco a poco todo se ha ido transformando. Pero tampoco es como si desde el principio de los tiempos esto fuera un cuento de hadas. Quienes llevamos tiempo lo sabemos perfectamente: los idols son productos manejados por una serie de compañías discográficas con quienes tienen contratos vinculantes por más o menos tiempo. Son esas compañías quienes menean el cotarro, y las principales responsables, aunque no las únicas. No hay compañías si no hay personas dispuestas a acatar sus órdenes, sean cuales sean los motivos que les lleven a hacerlo.
Pero seamos sinceros: hemos llegado a un punto (por no decir que estamos en ese punto desde el principio) en el que siempre alimentamos la boca del lobo porque nos gusta lo que nos ofrecen a cambio. Quien quiera entender, que entienda.
Y lo que estoy diciendo me lleva al siguiente punto: ¿cuanto de lo que vemos, es real? Me apuesto a decir que nada. No voy a entrar en nombres, no voy a entrar en sexos, no voy a entrar en nada de nada. Pero si alguien piensa que sus querid@s oppas y unnies son tal y como los ven a través de las pantallas de su ordenador o de la pantalla de su televisión, están muy pero que muy equivocados. Y eso me ha ido desquiciando poco a poco a medida que he ido descubriendo, con perdón de la expresión, toda la mierda que hay bajo la alfombra.
Si alguien cree que alguien en sus 20 tantos años (pocos o muchos) no tiene relaciones sean del tipo que sean, que no tiene vida privada y que son tal cual se muestran en programas y entrevistas no sabe lo equivocad@ que está. Y con esto no quiero decir que se debería saber qué hacen con sus vidas, siempre he defendido lo contrario tanto en el mundo asiático como en el resto del mundo de "famoseo" en general. Repito que si son cantantes, me importan sus voces, igual que si son actores/actrices me interesa su manera de actuar. Simple y llanamente. Pero otra vez, una cosa no quita la otra: no me gusta que me vean la cara de idiota e intenten hacerme creer que una persona es todo inocencia y dulzura o lo contrario o lo que esté en el medio. A mi si me piden que apoye a un cantante, por supuesto que su música tendrá infinitamente que ver con mi decisión de si lo hago o no, pero también me gusta saber cómo es esa persona. De nada me sirve que haga una música impresionante si después resulta que es un maleducado, prepotente y mentiroso. De nada me sirve que sus creaciones hablen sobre el amor, el respeto y la amistad cuando después nada de eso tiene que ver con él o ella. No pido que me cuente qué hace en la privacidad de su casa o de su vida, pero hay un lugar a medio camino que es la confianza en el fandom que has creado o estás intentando crear. Y si me mientes, no cuentes conmigo. Las mentiras tienen patas cortas y al final siempre se termina sabiendo la verdad. Y eso, en el k-pop y el j-pop está a la orden del día. Prácticamente ningún idol es lo que parece. Y ese detalle cada vez se ha ido acentuando más y más hasta llegar a un punto en el que parece que es impensable que puedan mostrarse tal y como son. Cada uno tiene un papel dentro del grupo y/o la compañía y tienen que ceñirse a esa imagen. Punto y final. Y no digo que sea algo que antes no hubiera, pero sí me atrevo a decir que cada vez es peor. Como siempre sucede con las mentiras: si basas algo en una, la bola cada vez tenderá a ser más y más y más grande. Y a mi eso, pues no me gusta en situaciones cotidianas por lo que tampoco me va a gustar en respecto a los cantantes a quienes escucho.

De cierto modo, parte de lo que acabo de decir me lleva al siguiente punto: jamás entenderé por qué si declaran alto y claro que su sueño es la música, por qué después se meten a actores/actrices. Que yo sepa, eso es una contradicción como una catedral. Di que quieres entrar en el mundo del espectáculo, pero no vengas con que "mi sueño desde que era un crío era ser cantante" y después de uno o dos años (o incluso menos) de carrera, te metes a actor. Lo siento pero no lo entiendo. Es más, entiendo todavía menos a los cantantes que de pronto dejan de lado su carrera como tal y se meten a actores durante tiempo indefinido. Que los hay. Y cada vez más. Me parece del género bobo, sobretodo porque la mayoría de las veces, su interpretación es cuanto menos mediocre, simplemente porque no están preparados. Y much@s me podrán decir: pero es que el público lo demanda. Estupendo, y yo contesto: entonces no os gusta el cantante, os gusta la persona que canta. Son cosas diferentes, pensad en ello. Y otr@s me dirán: pero es que se nota que tiene potencial para poder hacerlo. Y yo contesto: en cuanto tomen clases de interpretación y más de un profesional en el tema lo diga, me lo creeré. Pero ese no es el tema, aunque estaría dispuesta a hablarlo, pero no ahora. Volviendo a lo que decía: idols que se meten a actores, actores que se meten a idols. Locura y tontería a partes iguales. A veces sale bien, otras veces no. Sea como fuere, está a la orden del día y en cuanto debuta un grupo ya se está especulando a ver cuando hace su primer drama. De locos.
Lo cual, me lleva también a otro punto que mencioné antes, y seré breve: que un cantante deje de lado su carrera como cantante dice bastante poco de la seriedad con la que se toma su profesión. Por supuesto, la inmensa mayoría de su fandom estará saltando de alegría: saldrá en la tele, podrán babear por su bello rostro y mil cosas más que ni siquiera voy a mecionar. Sin embargo, para mi pasan a tener poca credibilidad. Volvemos a lo de antes: no me gusta que me vean la cara de tonta.

Y paso a tocar, precisamente, uno de los temas principalísimos por los que me he cansado por completo de todo esto: los fandoms. Cada vez hay más veneno en ellos. Cada vez la manzana se pudre más. Cada vez hay menos sentido común. Y cada vez la cosa se les va más de las manos.
No es nada nuevo que las fans sean extremistas, todos hemos oído hablar de las sasaengs. Pero punto y a parte de eso, existe la ida de olla (lo siento, no sé de qué otra llamarle) en la que se está convirtiendo todo esto, que parece un maldito circo. Guerras entre fandoms por razones estúpidas, personas que dedican todo o la mayoría de su tiempo en hacer cosas dirigidas a un idol, cosas que a veces incluso rozan lo increíble. Por supuesto que queda gente "normal", aunque me atrevo a decir que están en peligro de extinción.
Puede que sea porque esto te llega a absorber de tal manera que pierdes el norte. Pero digo yo que más de una ya tiene una edad para saber cuando está cruzando la línea de fan normal, y también digo yo que tendrá a gente a su alrededor que lo notará.
Pierdo el hilo, lo siento. A lo que iba: muy posiblemente sea porque el k-pop se está dando a conocer al rededor del mundo y gana adeptos día a día, pero es que la locura que existe hoy, antes no la había. Al menos no tan acentuada creo yo. Por poner un ejemplo: ¿cómo puede tener un grupo un fandom incluso antes de debutar? Pues no lo sé, pero se dan casos.
Por no hablar de la inmensa cantidad de hormonas descontroladas que circulan al rededor de todos, todos, los idols sin excepción. El gran número de burradas que puedo llegar a leer en las redes sociales (que hoy en día son muchas, además) a veces me asustan. Está bien hacer una broma, pero cuando no se trata de eso yo paso a tener miedo. Sí, sucede. Y llega un punto en el que es como si estuvieras en una plaza abarrotada de gente a la que le faltan uno o varios tornillos de la cabeza, y te paras y dices "¿pero qué pinto yo aquí?". Pues eso, es lo que me pasó a mi, literalmente. Me vi en medio de personas perdiendo las bragas por alguien que estaba sobre un escenario. Por alguien para quien la música lo es todo, o gran parte de su vida. Y esta gente ni siquiera se sabía las letras de sus canciones. Muy triste. Muy, muy triste.

No cambiaré mucho de tema para seguir: el fandom internacional. Ese gran cero a la izquierda. Ese gran número de público que parecemos importarles una mierda y media tanto a las compañías como a la mayoría de los idols.
Seamos sinceros: ¿cuántas veces han salido de su país para "visitarnos"? Contadlas. Ahora: ¿a partir de cuando lo llevan haciendo? Pensadlo.
Importamos, sí, pero cuando conviene.
Cuando conviene se tiene en cuenta al público europeo, en general cuando salen de su gueto particular para venir a ganar un poquito de dinero extra a nuestro continente. Y con el resto, a parte del asiático, pasa lo mismo. Si te paras a pensarlo te das cuenta de que no lo hacen por verle el jeto al fandom internacional, ni para agradecer el apoyo, lo hacen simplemente para ganar más. Por supuesto que todos, absolutamente todos los fandoms, seamos o no del k-pop, j-pop, rock, pop, heavy o del estilo de música que queráis, somos su máquina particular de hacer dinero. Solo un necio podría creer lo contrario. Pero hay varios detalles que marcan la diferencia entre un artista que valora a sus fans y otro que pasa a quererlos sólo por la conveniencia. Esa pequeña diferencia entre un artista que de verdad ama su profesión, su vocación (sea la música, el arte, la interpretación, la cinematografía...) y el que se dedica a ello sólo porque sabe que puede triunfar por x factores o porque es la vía más fácil o porque tuvo un golpe de suerte y 'mira tu que bien'.
Yo no pido que vengan y me den las gracias en persona por comprar sus CDs, no pido que me mencionen en los agradecimientos de los discos o cualquier otra parte. Yo pido que me valoren. Y que lo hagan de verdad. Yo soy parte de la razón por la que están donde están, así que un poco de respeto deduzco que me merezco. Ellos no han pedido a pedírmelo por supuesto, lo hago porque quiero, pero: si nadie jamás respetase a quienes tiene a su al rededor y que los apoya ¿en qué tipo de mundo viviríamos? Y eso lo digo no solo aplicado al tema de idols, sino a las personas normales y corrientes: ¿las familias y los amigos que nos apoyan no merecen un respeto y una valoración por nuestra parte por no dejarnos solos nunca? Pues en esto, es lo mismo. No pido que me lo agradezcan, pido que me valoren. Y eso, en el kpop y en el j-pop, en cuanto a los fans internacionales, no existe. Y si existe, es mínimo y se deja ver muy poco.

Para cerrar esta entrada me gustaría añadir como último punto el hecho de que me voy, sí, pero no cierro totalmente las puertas. Hay un par de grupos, muy pocos, de los cuales me sigue gustando su música y es a ellos a quienes aún seguiré.
Posiblemente este cambio en mí empezase hace ya un año cuando mi vida empezó a cambiar y cuando empecé a ver las cosas desde otra perspectiva. De hecho, estoy segura de que es así. Y por eso, no me tomo esto como el abandono de algo, sino como el cierre de un capítulo en mi propia historia. Como dice el título de esta entrada: las páginas que he pasado son las lecciones que he aprendido. En este caso, además, vivido. Pero a mi me toca pasar página porque en la que estaba ya no me aporta nada.
La música para mí es una parte fundamental del día a día, me hace sentir mejor, sin importar el idioma en el que suenen las letras de las canciones porque no por eso carecen de significado. La música me ayuda a olvidar los problemas que puedo tener, los momentos difíciles por los que estoy pasando al igual que me acompaña en las mejores vivencias que puedo experimentar. Pero yo decido qué escucho, qué me llena. Y cuando por suerte o por desgracia un estilo deja de hacerme sentir mil y una cosas que solo yo entiendo, deja de tener significado. Es triste, no lo voy a negar, pero que esas canciones no lo hagan ahora no quiere decir que no lo hicieran antes. Y esos momentos me los llevo en el corazón, al igual que todas las personas que he ido conociendo y que siguen en mi vida por compartir cosas más allá de este estilo musical en concreto.
Lo que quiero dejar claro también, sólo como apunte, es que el hecho de que haya dejado de interesarme la música no significa que la cultura asiática deje de hacerlo también. Para mi nunca han ido de la mano y cosa no tiene que ver con la otra.

Gracias por leerme, y espero que comprendáis que este es mi punto de vista de las cosas y que no tenéis por qué compartirlo ni mucho menos. Simplemente me gustaría que lo respetaseis.

Esto no es un hasta pronto, es un adiós de verdad. 

Suerte. 

xoxo,

Queen Owl.